jueves, 30 de octubre de 2014

OIGO SIRENAS EN LA CALLE, DE ADRIAN MCKINTY

Título: Oigo sirenas en la calle
Título original: I Hear the Sirens in the Street
Autor: Adrian McKinty
Traducción: F. G. Corugedo
Editorial: Alianza Editorial
Nº de páginas: 464
Publicación: Abril 2014
Serie: 2º Sean Duffy
          1º Sean Duffy: Cold Cold Ground

SINOPSIS:

Cuando Sean Duffy investiga un crimen, lo arriesga todo. Incluso la vida.

Irlanda del Norte, años ochenta. Un torso humano aparece en una maleta abandonada. Ha estado congelado, lo que impide saber con precisión cuándo murió la víctima. Un tatuaje incompleto y una vieja cicatriz de metralla son lo único que lo pueden identificar. Se hace cargo del caso Sean Duffy que no pasa por su mejor momento: aún no se ha recuperado de las consecuencias de su anterior investigación y al mismo tiempo su relación sentimental hace aguas. 

La víctima murió envenenada, no es el método que emplean los paramilitares, ni del IRA ni los unionistas. El veneno es casero y procede de una planta tropical desconocida en Irlanda. Parece el crimen perfecto, pero Duffy sabe que eso nunca pasa. Todo va a cambiar cuando descubre unas señas en la maleta: las de un oficial de las fuerzas de seguridad recientemente asesinado.

Sean Duffy, de quien todo el mundo desconfía –los católicos por ser policía, los protestantes por ser católico-, se empeña en resolver el caso pese a la opinión de sus jefes. Recorre las tensas calles de Belfast y parajes poco amigables de la campiña irlandesa en busca de pistas, sin saber que se está enredando en una peligrosa trama, con ramificaciones en Estados Unidos, que pondrá en peligro no sólo su carrera policial, sino su propia vida.

Me quedé con tan buen sabor de boca cuando leí el primer libro del inspector Duffy que no podía dejar pasar esta segunda parte. Para los reacios a leer libros que pertenezcan a una serie les diré que se puede leer independientemente ya que apenas hay evolución personal del protagonista. Eso sí, una vez leído puedo decir que el autor ha mejorado con respecto al anterior, cada vez me gusta más.

Lo que más me atrae de sus historias es que transcurren en una época de la historia reciente: la Irlanda del Ira. En esta ocasión el conflicto histórico que tiene más peso es La guerra de las Malvinas pero el inspector Duffy no deja de ser un policía que puede ser víctima de un atentado por lo que, como si fuera un ritual, cada vez que se sube al coche tiene que mirar debajo de él en busca de una bomba.

No es este el único episodio que se repite, siempre que llega a casa le gusta ponerse una bebida y escuchar música. Los melómanos seguro que disfrutarán mucho más que yo de este punto puesto que en todos los coches que se sube también hay música. Yo no viví la época ni la música de ese país así que no sé si los temas que elige el autor tendrán relación con la historia o simplemente forman parte de la banda sonora.

Otra de las escenas típicas, con un ligero toque de humor, es cada vez que Duffy va al despacho de su jefe para recibir una bronca y termina dándole las definiciones del crucigrama que está haciendo y es incapaz de completar. Sin duda, uno de los aspectos que hacen que esta macabra novela negra sea tan llevadera es el humor del que hace gala el autor.

- ¿Has oído las noticias, Matty?
- ¿Qué noticias?
- Pues tienes que estar al tanto de las últimas noticias, agente. Las Malvinas han sido invadidas.
- ¿Las qué?
- Argentina ha invadido las islas Malvinas.
- ¡Dios! ¿Y cuándo fue eso?
- Ayer.
- Primero los alemanes y ahora los putos argentinos.
- Me parece que estás pensando en las islas del Canal, amigo.
- ¿Entonces dónde están las Malvinas?
- Pues digamos que en algún sitio por el sur, creo.
- Supongo que ahora los del Tottenham Spurs estarán jodidos, ¿verdad?
- ¿Y eso por qué?
- Porque la mitad de la plantilla viene de la puñetera Argentina. Así que los quitarán del equipo.
- El inspector jefe quiere que pensemos en las consecuencias geopolíticas.
- Sí, la geopolítica es una cosa, pero el fútbol es el fútbol, ¿verdad? -dijo Matty poniendo las cosas en la perspectiva correcta.

Los métodos de la policía de Irlanda de 1982 no son muy ortodoxos: se fuma y se bebe en las oficinas, se abandona una investigación para ir a ver la serie Dallas o se niegan a madrugar en fin de semana pero son profesionales a la hora de conseguir resultados. Duffy cree en lo que hace y, cuando le preguntan por qué no abandona un país en conflicto constante, su respuesta es muy simple: quiere ser parte de la solución.

En esta ocasión el agente Duffy tiene que descubrir la identidad de un cuerpo que aparece mutilado y resolver el asesinato. En medio de la investigación se encontrará con otro caso que interfiere con el suyo, lo que provocará que sus superiores le insten a archivarlo, pero, como ya va siendo habitual en el inspector, se niega a abandonar y continúa con la investigación por su cuenta.

Es innegable que el mayor peso de la historia lo lleva el protagonista pero el resto de personajes que le acompañan no se pueden desmerecer. Si bien es impresionante la forma de describir a una población asfixiada por el terrorismo (y que solo se puede hacer habiéndolo vivido), la parte policíaca y la forma de mantener el suspense hasta el final tampoco se queda atrás. En resumen, todo lo que ocurre en Oigo sirenas en la calle es digno de destacar.

Si en el primer libro Duffy acabó mal y pensábamos que no le podía ir peor estábamos equivocados. McKinty está empeñado en hacerlo sufrir así que no quedará más remedio que leer la siguiente novela para saber cómo se va a desenvolver el protagonista en su próxima aventura.

Gracias a Alianza Editorial por el envío del ejemplar.

lunes, 27 de octubre de 2014

CUÉNTASELO A OTRA, DE ISABEL KEATS

Título: Cuéntaselo a otra
Autora: Isabel Keats
Editorial: Esencia
Nº de páginas: 304
Publicación: Septiembre 2014

SINOPSIS:

Destrozada tras descubrir que su marido y novio desde la infancia le es infiel, Inés Santaolalla se divorcia y decide darle un giro de ciento ochenta grados a su vida. Mientras su hermana y su madre piensan que está trabajando en una sucursal de su banco en Nueva York, ella, como su admirada heroína de la novela de Muriel Barbery, acepta el empleo de portera en un inmueble de la calle Lagasca en Madrid, una especie de universo paralelo poblado de seres a cuál más extravagantes. 

Inés está convencida de que aquella oscura portería, además de ser un lugar inmejorable donde lamerse las heridas que aún supuran de su matrimonio, será el escenario perfecto para terminar la novela que lleva varios años escribiendo.

Sin embargo, con lo que Inés no cuenta es con el propietario del 6º derecha, un atractivo doctor que hará todo lo que esté en su mano para que ella vuelva a confiar en los hombres y en el amor. 

De un tiempo a esta parte hay una autora que está teniendo mucha presencia en los blogs de novela romántica. La mayoría de las reseñas coinciden en definir sus historias como divertidas así que, unido a las buenas críticas que ha tenido, no he podido resistir la tentación y aquí estoy estrenándome con Isabel Keats.

La portada nos invita a pensar que estamos ante una novela chick lit pero, incluso sin saber establecer una diferencia exacta, me atrevería a decir que es más apropiado decir que se trata de una comedia romántica. En primer lugar porque la protagonista es una mujer más madura (a pesar de la locura que se le ocurre) y, por otro lado, el hecho de usar un narrador omnisciente, en el chick lit se suele usar más la primera persona. En mi opinión, este tipo de historias ganan más desde este punto de vista que desde la narración en tercera persona.

Relacionado con el género en el que se podría incluir, y en base  a una entrada que ha publicado la propia autora en su blog sobre una crítica (que se podría resumir diciendo que su novela es una copia de Megan Maxwell), me gustaría hacer un pequeño comentario. El estilo de Isabel keats es mucho más elegante y cuidado, no necesita recurrir a lo ordinario o vulgar para hacer reír, y hace uso de un vocabulario más cultivado.

Algo que está presente ya en la sinopsis y la autora deja ver a lo largo de todo el libro es su admiración por la obra La elegancia del erizo. En esta reseña no puedo hacer una comparación entre las dos porque no he leído la otra novela pero, por lo que he buscado en internet, creo que se trata de una historia en la que está presente la filosofía con algún que otro toque de humor. Cuéntaselo a otra se ha quedado con el humor de La elegancia del erizo y la misma profesión de la protagonista: portera.

La elección de personajes está bien lograda, hasta el punto de que alguno de los secundarios consigan hacerle sombra a la propia protagonista. Sin duda, el más divertido es Fran pero todos los que poco a poco se van uniendo a las reuniones que se hacen en la portería están bien dibujados. Tampoco puedo olvidarme de los divertidos emails que se cruzan entre Inés, su madre y su hermana y que nos sirven para descubrir a la familia sin necesidad de aparecer físicamente en la historia. En la parte final me ha parecido ver un pequeño guiño al teatro, cuando de pronto aparecen todos en escena y se sorprenden unos a otros, al estilo de las obras de Lina Morgan.

Lo que menos me ha gustado han sido las escenas de sexo, y no porque hayan sido excesivas, sino porque considero que, al igual que en el cine, se deben incluir solo si lo exige el guión. El romance no es lo suficientemente intenso como para incluirlas, creo que la historia sin ellas podría quedar igual de bien o incluso mejor puesto que rompe el equilibrio de una historia sencilla que no requiere más adorno.

Resumiendo, mi debut con Isabel Keats ha sido satisfactorio. He encontrado lo que esperaba: una novela entretenida que me ha sacado más de una sonrisa y que me ha dejado con ganas de seguir leyendo sus historias.

Gracias a Esencia por el envío del ejemplar.

domingo, 12 de octubre de 2014

PRÓXIMAMENTE TENDREMOS HAMBRE


Siempre he dicho que la temática de los libros de Alberto Vázquez-Figueroa se adaptan, y muchas veces se adelantan, a los temas de actualidad. No voy a hablar del tema del ébola porque, aparte de que este no es el sitio adecuado, creo que ya estamos un poco superados y se nos ha ido, a TODOS, un poco de las manos. Sin embargo, si me gustaría hacer una pequeña reflexión: parece que nos hemos preocupado cuando le hemos visto las orejas al lobo, mientras los muertos eran los africanos y estaban a kilómetros de distancia no nos preocupaba tanto.

Al parecer, en este libro el autor expone una idea para paliar el hambre en África; ésa que está tan lejos y ya nos hemos acostumbrado a considerar como algo habitual cuando vemos las imágenes en las noticias. Muchos han sido los proyectos que ha intentado poner en marcha Vázquez-Figueroa pero no todos han llegado a buen puerto, esperemos que éste sí tenga un final feliz. Según la editorial se publicará el 11 de noviembre, de momento, dejo la sinopsis para ir abriendo boca.

«Por fin he escrito mi novela más importante.» Alberto Vázquez-Figueroa

 Un valiente alegato contra la pobreza, el hambre y la injusticia.

Ochocientos cuarenta y dos millones de personas en el mundo no tienen suficiente para comer. La desnutrición mata a más de dos millones y medio de niños cada año. Sesenta y seis millones de niños van todos los días con hambre a la escuela.

Alberto Vázquez-Figueroa pone el foco en el mayor problema de la humanidad, el hambre, en esta novela extraordinaria que es un valiente alegato contra la injusticia, la pobreza y las indignantes desigualdades que toleramos a diario. 

Los personajes que conquistaron a miles de lectores en su best seller Medusa vuelven a desfilar por las páginas de Hambre, cuya acción transcurre entre la indiferencia de los países occidentales y la desesperada miseria del África subsahariana.   

«No sé si esta será mi mejor o mi peor novela, pero es la única que debería haber publicado porque gran parte de mi vida la dediqué a escribir sobre el tráfico de esclavos, la explotación infantil o el hambre que mata a millones de niños africanos, pero nunca comprendí que muchas de esas muertes podrían haberse evitado.

En regiones arrasadas por devastadoras sequias aterrizan aviones cargados de arroz, maíz, harina o lentejas, alimentos cuyos destinatarios jamás podrán digerir si carecen de agua. Lo que se consigue no es disminuir el problema sino multiplicarlo: pero cuando yo estaba en África no me daba cuenta.

Cuando llegue al desierto tenía doce años, y me avergüenza haber tardado sesenta y cinco en comprender que resulta posible alimentar a esos millones de hambrientos con mucho menos esfuerzo y un poco más de sentido común. No es cuestión de hacer milagros, sino de utilizar unos medios que la naturaleza ha puesto a nuestro alcance y que están deseando ser aprovechados.»

Como fiel lectora de sus novelas te diré que sus mejores historias son las que transcurren en el continente africano. Estoy convencida de que en esta ocasión tampoco me defraudará.

lunes, 6 de octubre de 2014

NETHERWOOD, DE JANE SANDERSON

Título: Netherwood
Título original: Netherwood
Autora: Jane Sanderson
Traducción: Ester Molina Sánchez
Editorial: Bóveda
Nº de páginas: 552
Publicación: Mayo 2014
Serie: 1º de la trilogía Netherwood

SINOPSIS:

A principios del siglo XX la vida en Netherwood —un pueblo minero de Yorkshire— es un fiel reflejo de la sociedad inglesa de la época. Thomas Hoyland, conde de Netherwood, posee una considerable fortuna y tres minas de carbón. Desde la espléndida finca familiar administra sus propiedades, se ocupa de que su esposa y sus hijas vayan siempre a la última moda y hace frente a los dispendios del encantador pero irresponsable Tobias, su hijo y heredero. Eve Williams, por el contrario, casada con un minero y madre de tres hijos, afronta una existencia con muchas estrecheces económicas y algunos destellos de felicidad.
Pero este mundo aparentemente inmutable y ordenado puede cambiar de la noche a la mañana, de la misma manera que una tragedia puede contener el embrión de la esperanza. Eve Williams decide hospedar en su casa a la emigrante Anna Rabinovich y a su familia; entre ambas mujeres surgirá una gran amistad dada la naturaleza jovial y esforzada de Anna, que animará a Eve a cocinar y comerciar con sus pasteles. Será entonces cuando las rígidas fronteras sociales comiencen a resquebrajarse…

En cuanto vi este libro supe que quería leerlo, en gran parte, por el reclamo publicitario con el que se ha vendido: "Una novela ideal para los fans de Downton Abbey". No toda la culpa es de la editorial, puesto que en la portada original también aparece, pero sí que se han sumado al carro poniendo en la cubierta una joven que nos recuerda mucho a la protagonista de la serie.

Y, salvo por la época en la que transcurre, se podría decir que hasta aquí todo el parecido. Bueno, para ser más exactos, la última de las tres partes en las que se divide el libro, cuando la protagonista entra en la casa de los condes, sí que recuerda un poco a la serie pero poco más tienen que ver una historia con la otra. Si yo tuviera que asociar esta novela con alguna serie lo haría con "Titanic; Sangre y Acero" puesto que en Netherwood tiene un papel importante el movimiento obrero y la asociación sindical.

Jane Sanderson pone de manifiesto las diferencias sociales de la época, si bien es verdad que el mayor peso de la historia se centra en la clase baja. Dentro del contexto histórico me han sorprendido dos cosas: por un lado, la revolución del movimiento minero, no la asociaba con principios del siglo XX pero, más que la propia historia del abuelo de la autora, lo respalda la bibliografía que aparece al final de la novela (el trabajo de documentación llega hasta el punto de poder recrear unos grandes almacenes de la época); por otro lado, el hecho de que los habitantes del pueblo minero tuvieran que pagar un alquiler al conde por vivir en sus tierras me ha recordado más a épocas feudales que a principios del siglo XX.

Siempre me gusta leer otras reseñas para compartir experiencias sobre la lectura y la mayoría de las veces me sorprendo al comprobar que es cierta esa frase de que no hay dos personas que lean el mismo libro. La mayoría identifica 3 protagonistas femeninas: Eve, la cocinera que hace pasteles; Anna, la emigrante rusa que recoge en su casa; y Henrietta, la hija del conde. A pesar de que es una novela coral, considero que la protagonista principal es Eve. Anna es la que la anima y apoya para salir adelante y le ayuda a crear el negocio de los pasteles pero siempre manteniéndose en un segundo lugar. Henrietta es la representación de la clase noble pero apenas tiene relevancia a lo largo de la historia. También hay un protagonista masculino que merece ser destacado: Amos. A mí me ha conquistado, y no por su lucha por los derechos de los trabajadores en una época en la que no existían, sino por la relación que mantiene con el hijo de Eve.

Ahora viene lo que, por los comentarios que he leído, muchos consideran un aspecto negativo: es una trilogía. A mí cuando algo me gusta, y con este libro he terminado encantada, no me importa que continúe, es más, ya tengo ganas de leer el siguiente. Lo comento porque la curiosidad me puede y ya he leído la sinopsis de la segunda parte y tengo la impresión de que en esa novela la protagonista va a ser Anna, lo que me hace pensar que el tercero estará reservado para Henrietta pero esa sinopsis sí que no la he querido leer por si me puede fastidiar algo del segundo libro. Lo bueno es que ya están escritos, ahora solo falta que tenga mucho éxito para que la editorial se decida a publicar los otros dos.

Si le tengo que poner alguna pega a esta novela es que la autora no ha sabido distribuir bien el ritmo. En un primer momento nos encontramos con capítulos alternos en los que se nos van presentando los distintos protagonistas en sus ambientes: Eve y su familia en el poblado minero y los Netherwood dueños de toda la propiedad. Luego hay unas partes en que se centra solo en lo que le acontece a Eve para luego dedicarse a la familia del conde y es prácticamente al final de la novela donde por fin llegan a entremezclarse.

Esto hizo que en un primer momento me costara engancharme a la lectura, sin embargo, a medida que avanzaba, y según le iban sucediendo cosas a Eve, más adictiva se volvía la lectura. Un acierto de la autora ha sido cómo termina cada una de las partes en que está dividida la novela. Las dos primeras están cargadas de profunda tristeza y la última, aunque cierra de forma positiva la historia, ya nos avanza lo que va a acontecer en el siguiente volumen de la saga.

No me gustaría terminar sin resaltar otra de las cosas que me hizo leer este libro y es el papel de la cocina. Gracias a la entrevista que aparece al final del libro sabemos que el personaje de Eve está inspirado en la abuela de la autora y muchas de las recetas que aparecen a lo largo de la novela están explicadas al final del libro, eso sí, en cantidades industriales porque para todas se necesita como mínimo un kilo de harina. Como la cocina no solo son sabores, me ha apetecido terminar con este extracto que bien se puede considerar una buena receta.

La maternidad era una cruel mezcla de dolor y placer, pensaba en aquellos instantes; dos gramos de ansiedad por cada gramo de alegría.

Si buscas algún parecido con Downton Abbey probablemente te pasará lo mismo que a mí en un principio pero lo que cuenta es la sensación con la que te quedas una vez que cierras el libro, además de ansiar leer la continuación, acabarás deseando estar en Netherwood para poder disfrutar de uno de esos maravillosos "pastelitos de hadas".

Gracias a Editorial Bóveda por el ejemplar.
Esta reseña forma parte del Reto de Novela Histórica.

viernes, 3 de octubre de 2014

39 CAFÉS Y UN DESAYUNO, DE LIDIA HERBADA

Título: 39 cafés y un desayuno
Autora: Lidia Herbada
Editorial: Espasa
Nº de páginas: 240
Publicación: Septiembre 2014

SINOPSIS:

¿Qué sucede cuando el amor llama a todas las puertas menos a la tuya?
Martina es una chica treintañera sin suerte en la búsqueda del amor perfecto hasta que su hermana decide tomar cartas en el asunto. Pero estamos en el siglo XXI y el amor ya no está en el aire, está en la red. Para encontrarlo, solo hay que armarse de una buena dosis de paciencia, unas gotas de chispa y un ordenador con los megas suficientes para que no se quede colgado en el momento cumbre.
Cuando el mundo virtual se convierte en realidad, Martina pensará que sus citas son como los cafés: a veces cargados, otras espesos, cortados o descafeinados. ¿Encontrará el café perfecto, el que se sirve con un delicioso croissant y zumo de naranja?

Este libro se publicó por primera vez en 2010 con otra editorial y, ante el éxito que tuvo en su momento, Espasa ha decidido editar una versión renovada. Desde el momento en que empecé a leer reseñas me apeteció leerlo, más bien, porque tenía la impresión que era chick lit. Sin embargo, y a pesar de esa portada que invita a la confusión, no está catalogado como tal y no se corresponde para nada con el género.

Realmente no es una novela. Muchos lo catalogan como un manual para ligar por internet y, después de ver una entrevista que le han hecho a la autora, he comprobado que ella también lo califica de esta manera. A mi modo de ver, lo que en principio parece ser una forma original y humorística de exponer la forma de comportarse de distintos tipos de hombres en una relación (quizá la más divertida es la cita que tiene con el chico que se cuida más que la propia Martina), al final se convierte en pura obsesión de la protagonista por encontrar pareja y no estar sola. Es por eso que, aun sin saber cómo la definiría, tampoco creo que se pueda considerar un manual.  

La narración está a cargo de la hermana de Martina, la encargada de organizarle las citas. De esta forma no llegamos a saber lo que piensa realmente la protagonista y tampoco conseguimos simpatizar con su hermana. Tal vez la autora lo ha hecho precisamente con esa intención, ya que no estamos ante una novela en la que se profundice en los personajes, pero el resultado a mí no me ha convencido, resulta demasiado impersonal.

Lo que más me ha gustado son los pequeños recuerdos de mis años de juventud, bien por rememorar títulos de canciones o por algo tan simpático como medir la edad de los posibles pretendientes en función de los años que lleven llorando la muerte de Chanquete. Otro aspecto positivo es el capítulo en el que se dan las "Recetas para hacer un buen café", más que consejos para chatear en internet se pueden extrapolar a la vida diaria.

No hay que intentar mejorar el café echando edulcorantes. La gente no cambia, y lo que se ve es lo que hay. Se debe respetar la personalidad de cada individuo y, si ves que no tiene nada que ver con la tuya o que no es lo que estás buscando, hay más cafés para volver a verlo, no todo se decide en el primero. Si no ves algo que te atraiga en los primeros días, es difícil que se desarrolle pasado el tiempo. Es mejor cortar por lo sano y, si puede ser, con la verdad. Hay que dar al otro siempre lo mejor de uno.

En resumen, 39 cafés y un desayuno es una lectura sencilla, sin grandes pretensiones, perfecta para intercalar con otras más densas con las que no se consigue avanzar.

Gracias a Espasa por el ejemplar.